Los eventos sociales fueron lo primero que se canceló, aún antes de dictarse el aislamiento preventivo obligatorio. Esta situación afectó a muchísimos proveedores del rubro que debieron reprogramar y hasta cancelar sus eventos y, de un día para otro, quedaron sin trabajo. Organizadores, maquilladores y pasteleros contaron su experiencia hace unos días, ahora, los fotógrafos y camarógrafos comentan cómo están haciendo para sobrevivir económicamente a la pandemia.

“Creo que es un momento para reflexionar pero también para reinventarse. Luego de este aislamiento nos encontraremos con otro mundo para el que tendremos que estar preparados enfrentar”, opinó Horacio Quiroga, uno de los dueños de Stand By, una productora audiovisual que trabaja en la cobertura de eventos sociales desde hace 10 años. José Capalbi es el otro socio de la PYME que, para ambos, representa su único ingreso. Además otras tres personas trabajan en el lugar de manera independiente, pero tienen ocupaciones complementarias.

Los eventos comenzaron a suspenderse para ellos el 12 de marzo y desde ese día que se dedican a trabajos pendientes desde casa y reprogramación de eventos con fecha incierta: “continuamos haciendo trabajos para redes sociales, editando videos y producciones para algunas marcas, pero no sabemos hasta cuándo podremos mantenernos así. Esto es día a día”.

Lu Guzmán es fotógrafa y se dedica, sobre todo, a la moda y la publicidad. Comenzó a desarrollar esta profesión hace cinco años, mientras terminaba de estudiar y en 2018 se animó a meterse en lleno. “Ahora es mi única fuente de ingresos y me costó mucho que sea así. Antes trabajaba en relación de dependencia hasta que decidí soltarme y, con altas y bajas, me mantuve”, contó.

La fotógrafa de 25 años vio afectado su trabajo desde el día uno ya que sus clientes no pueden trabajar y eso repercute en ella: “es difícil porque el servicio que ofrezco no es esencial y trabajo con muchos negocios que no pueden abrir, por lo tanto tampoco requieren mi servicio”, agregó y comentó que desde que comenzó el aislamiento sólo tuvo dos trabajos para marcas que necesitan imágenes para sus páginas web.

Lu vive con sus padres quienes también son trabajadores independientes: “por suerte, en el último tiempo, trabajé mucho y con eso puedo mantenerme, pero este aislamiento nos puso en una situación difícil a todos y esperamos que el Ingreso Familiar de Emergencia que dispuso el Gobierno pueda ayudarnos con algunos gastos”.

Hugo Mirabal es uno de los fotógrafos de bodas más conocidos de la provincia. Trabaja en el rubro de manera independiente hace más de 13 años. Actualmente tiene un estudio en el que, entre editores y fotógrafos, trabajan 10 personas. “Estamos agradecidos de tener salud, eso antes que nada, pero no, no estamos trabajando desde que comenzó la cuarentena”, contó.

El contador de 42 años dijo que no recuerda haber vivido una situación similar en su vida y que, a pesar de asumir que su actividad se retomará recién el año que viene, trata de ser positivo y sacar provecho al encierro: “quiero ser positivo. Estoy convencido de que falta un montón para retomar, posiblemente para el año que viene se reactive, pero estas dificultes nos obligan a ponernos creativos y pensar en otras formas de trabajo”.

Se tomó enserio lo de reinventarse y aprovechó la pausa de la fotografía para probar suerte en el rubro de la indumentaria. Luis María Castro es fotógrafo de modas hace más de ocho años y ahora dueño de PrendasYa.com, una página web tucumana en la que los locales pueden vender sus productos todos juntos en un solo lugar. “El objetivo es ayudar a que los negocios de ropa activen sus ventas y puedan sostener mejor la cuarentena”, dijo.

El fotógrafo de 29 años asegura que la cuarentena lo ayudó a reinventarse y que trata de mantener la calma y pensar qué hacer cuando esto pase. “La transformación que está viviendo el mundo tiene una parte positiva que es el uso de la tecnología y eso hay que explotar”, considera.

Sol Gatti es fotógrafa hace siete años y en 2019 abrió junto a su marido, ‘Estudio de Fotos’ su propio lugar con el objetivo de dejar de  trabajar en eventos a la noche y dedicarse más a producciones y capacitaciones. “La semana que empezó la cuarentena y que dejamos de trabajar fue muy triste, tuvimos que suspender varias cosas que ya estaban programadas”, recordó y comentó que en este tiempo comenzaron a hacer trabajos digitales relacionados con la fotografía y el video para activar el estudio.

“Trato de ser positiva y con la esperanza de que todo esto termine pronto sin tanto dolor. Estoy segura de que vamos a volver a la normalidad aunque diferentes. Solo esperemos que sea mejor”, finalizó.